Formula

Si enseñas a tu hijo

a ver la belleza

de una flor

del libre vuelo de un ave

de la luna y las estrellas.

A sentir

la quieta paz de un desierto

el valor de la amistad.

A escuchar

la música del viento,

del mar, del río.

Si además le adviertes

que el tiempo del amor puede ser siempre

si en el preciso instante de sentirlo

corre a sembrarlo y lo cuida

(pues cuanto mas siembre mas largo será

el camino de la siega)

Si logras que el aprenda

a amar, sentir y escuchar

le habrás dado por dote

"EL UNIVERSO"

y tendrás para ti el mayor halago,

podrás llamarte PADRE.

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